lunes, 28 de mayo de 2012

Un puñado de palabras.


Si, al fin me he graduado. Y me disponía a crear una entrada, en la que me sinceraba bastante sobre mi experiencia en estos tres años de carrera, y aunque hablaré de la universidad, cambié totalmente sobre lo que escribir.

¿Quién o quiénes son los responsables de dicho cambio? Pues dos personas. Un chico y una chica. Un amigo y una amiga. Dos personas que me han enseñado dos conceptos muy importantes: valor y coraje. Haciendo indiferente todo lo demás. Me demostraron la poca importancia que tiene si una persona te cae bien o mal, si apruebas o suspendes, si discutes con un profesor o no y un largo etcétera de cosas insignificantes.

¿Qué tienen de especial los dos? Su calidad humana. Para ellos, quizás estos tres años han supuesto más sufrimiento que alegría. Dos historias muy diferentes entre sí, pero ambas muy duras. Donde en vez de dejarse ganar, han tirado hacia delante de una manera  que muchos de los que hoy leéis este blog envidiaríais, incluida yo.

Ella pudo asistir a la graduación. Él directamente no pudo. Es por eso que en este blog quiero dejar constancia de lo orgullosa que estoy de ellos. Esfuerzo y capacidad de superación los definen a los dos. Para mí, son dos de las personas más importantes que me llevo, no solo de esta etapa, sino en mis veintitrés años de vida. Se que no caminan solos, ninguno de los dos,  detrás hay un una serie de personas que luchan por verlos felices.

A él, decirle que hemos pasado más horas escribiendo que viéndonos. Quizás he sido de las pocas personas que han podido llegar a entenderle, saber qué es lo que lo que sentía, o como estaba no ha sido tarea fácil. Yo he tenido el privilegio de poder escucharlo y sentir a través de él, todo o casi todo lo que le pasaba. El me ha ayudado a comprender que no podemos pasar media vida lamentando cosas que ya no están, que se fueron para siempre. Su vida, ha hecho que aprecie y valore mucho más la mía. Sobre todo esa acción que a menudo hacemos sin darnos cuenta de lo importante que es para nosotros. Caminar. Un día hicimos un pacto de color Rojo y Amarillo. Que dure para siempre.

A ella, me cuesta escribirle. Me cuesta no derramar una lágrima cuando hablo de ella. Fue especial desde el momento en el que cruzamos la primera palabra. Ha sido mucho más que una amiga estos tres años. Sin duda mi graduación sin ella, jamás habría sido lo mismo. Sin vernos, sin mirarnos sabemos que pensamos la una de la otra. Quiero darle las gracias por todo, por regalarme cada minuto juntas y sobre por saber que pase lo que pase siempre estará ahí. Ahora es necesario que levante el vuelo, porque necesito verla bien. Lloraremos juntas, y reiremos juntas. Siempre lo dijimos.  Gracias por cumplir la promesa que hace tres años nos hicimos.

Tras la graduación me dijo:

“Solo quiero que sepas que has sido y serás una de las personas más importantes en mi vida que espero con toda mi alma que esto solo sea la continuidad de algo permanente entre nosotras. Te quiero. Ha sido precioso y estoy tan orgullosa de ti… No sé cómo darte las gracias por estos tres años, por tu compañía, tus palabras de consuelo, tus risas, tus ganas, tus neuras, nuestros agobios. De verdad cielo te quiero con locura y me has hecho crecer como persona, me has enseñado la lealtad, el estar siempre ahí, el preocuparse por los demás y para mi eres más que una de mis mejores amigas. Eres mi familia. Has cuidado de mí, me has protegido, cubierto cuando ha sido necesario y siempre, siempre, con la mejor de tus sonrisas. Por estas cosas es por lo que la vida no tiene precio. Porque de pronto en el momento que menos te lo esperas te encuentras con una persona que te coge de la mano y no te suelta, pase lo que pase… no te suelta.
Así que solo quiero decirte que no pienso soltarme, es mucho más que agradecimiento Mary, te quiero mucho y te puedo asegurar que siempre, siempre me tendrás. Tengo una deuda de por vida contigo. Eres una mujer especial, única, excelente e irrepetible no lo olvides jamás y no permitas que nadie te trate de forma diferente a eso. No te mereces menos y ni puedes permitir que nadie te haga sentir menos de la mejor persona que muchos de nosotros hemos conocido. Desinteresada, siempre estas para todos y todo, no dejes NUNCA que te traten con menos dignidad y valor del que tienes, ni siquiera tú a ti misma. Te quiero mucho morena y te echo de menos.”

Una vez escribí unas palabras a una persona, y tras leerlas dijo “Siempre dije que el mejor regalo son un buen puñado de buenas palabras”. Esta vez fui yo, quien recibió el mejor de los regalos.


Gracias por ser especiales.


P.D: Con ellos concluí tres años de vida y de carrera, pero hay otra persona con la que aún me quedan dos años más. Aunque ella ya tendrá su momento.

2 comentarios:

  1. Despues de leer esta demostracion de amistad pura solo me dan mas ganas de cononcerte xk se ve k eres una grandisima persona!!!!
    :)

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  2. Puro amor en este puñado de palabras. No existen palabras que plasmen como me siento al leerlo. Pero como tantas veces te he dicho: "es fácil hacer reír a quien quiere sonreír". Gracias. Se te quiere.

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