domingo, 3 de junio de 2012

Miedo.


¿Cuántos tipos de miedo hay?  Miedo a morir, miedo a soñar, miedo a vivir, miedo a amar, miedo a sufrir, miedo a la soledad…

Soledad… ¿Cuántos de nosotros no ha sentido miedo a quedarse sol@ tras una ruptura? ¿Miedo a que la soledad le invada de por vida? ¿A que no encuentre a esa persona que pase el resto de sus días a su lado? ¿Cuántos han tenido miedo a no reponerse y han pensado que esa persona era la ideal para él/ella y luego no ha resultado ser así?

Inconscientemente todos en algún momento de nuestra vida nos hemos hecho alguna de esas preguntas.  La soledad no es mala o al menos no debería ser una palabra que asuste. Que imponga. Sentirse solo, solamente dependerá de uno mismo y de la capacidad que se tenga para reponerse de las situaciones que crean un vacio interior. Tendemos a creer que los huecos dejados por ciertas personas nunca se van a llenar. Que nunca encontraremos la manera de curar esa herida.

Y no importa si un amor dura años, meses, semanas, horas o instantes. El vacio que puede dejar, puede ser igual de grande en cualquiera de los casos. Cada amor tiene su propia intensidad y su propia historia. Pero cuando esa persona decide irse de tu lado por el motivo que sea, debemos ser lo suficientemente capaces de dejarla ir. Aunque duela. Aunque desgarre por dentro y se lleve consigo cada parte de ti. Aunque llores cada minuto del día. Aunque en ese momento sientas que ya nada tiene sentido. Pero no olvidéis que todo dolor es pasajero, y que dure más o dure menos solo depende de las ganas que tengais de reír frente a las de llorar y las de ser feliz frente a las de sufrir.Aunque no creáis que por decir esto no está permitido llorar, que lo está. Solo digo, que debemos saber cuándo parar.

Yo aprendí a llorar por dentro y a sonreír por fuera. Aprendí a reponerme de amores imposibles y evitar lágrimas innecesarias. Aprendí a no odiar y a saber perdonar. Aprendí a dejar pasar el tiempo y a dejar que las heridas cicatrizasen solas. Aprendí a quedarme con lo bonito de cada historia y a alegrarme cuando lo recuerdo. Pero también aprendí que sola tampoco se está mal, que cuando la persona adecuada tenga que venir, vendrá. Pues la soledad no es más que un sentimiento pasajero que permanecerá en tu vida el tiempo justo para que te des cuenta de que darse tiempo a uno mismo también es necesario.

Dicen que debemos vivir, caer y volvernos a levantar pero lo que realmente  es necesario, es hacer frente a los problemas en vez de huir de ellos. Y no tener miedo sería un buen comienzo ¿no creéis?

Con respecto a mí, en su día pensé que moriría cuando llegase el día, ¿para qué voy a tener miedo a algo que nunca sabré cuándo ocurrirá? Es por eso que decidí reducir mis posibilidades a soñar, disfrutar, vivir y AMAR.

En especial a AMAR…. Porque cuando se AMA… NO HAY MIEDO que pueda detener ese sentimiento. 


1 comentario:

  1. Solo existe un tipo de miedo y a partir de ese miedo aparecen todos los demas.
    El unico miedo que existe es a sentirnos vulnerables. Segun la circunstancia donde nuestra vulnerabilidad este en juego tendremos miedo a una cosa o a otra.

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